top of page

my blog

My name is Virginia. I share moments, places, music, books, buildings, objects, and cities that inspire me. I share everything that brings me joy and is beautiful to my eyes.

I find beauty in essence, in that fragment that allows me to transform the vision of something ordinary into something special.

​​

​

Mi nombre es Virginia. Comparto momentos, lugares, música, libros, edificios, objetos y ciudades que me inspiran. Comparto todo eso que me hace bien y es bello a mis ojos.

Encuentro la belleza en la esencia, en ese fragmento que me permite transformar la vision de algo cotidiano en algo especial.

Storms

As a day at the beach turns stormy, the air cools and the sky darkens. You are close to home but remember leaving everything open before you left. You consider turning back to secure it in time, but instead, you linger a little longer, reading and watching the sea as clouds gather above and the wind stirs below. Discomfort sets in, prompting you to get up and start walking. Restlessness grows, pushing you into a run as you seek shelter, all the while remembering you left the house open.

​

Arriving home, you find the windows banging, curtains fluttering, and leaves and dirt scattered inside. Thunder rumbles, lights flicker out, and torrential rain begins. Fear grips you as you hear the unsettling noises, feel the water seeping in, and struggle in the darkness. You know it's temporary, but regret washes over you for not securing the house before leaving.

​

You take a breath, close the windows, search for candles, and settle down. Heating water, you prepare something warm to drink. The smell of rain is soothing, and the cool air relieves the heat from moments ago when the sky turned black and the wind picked up. It's still dark, but in the dim light, you survey the mess in your house. You know it will take time to clean and fix what's damaged. Some things are beyond repair, fallen to the floor where you can't reach them. Yet here you are, in your home that once felt like a sanctuary.

​

The silence unsettles you. You long for electricity to turn on the radio, light to start cleaning, company to talk to. Guilt overwhelms you again for neglecting your home. Exhausted, you fall asleep at the table, tears silently falling, hoping it will all soon pass.

You wake up to daylight.

​

As the sun rises, its light reveals the work ahead to tidy up. Knowing it will take time, you gather yourself, ready to begin restoring your home.

Tempestades

Como un día en la playa en el que se empieza a formar la tormenta. El aire baja de temperatura y el cielo empieza a oscurecer. Estas cerca de casa pero te acordás que antes de salir dejaste todo abierto. Pensás en volver para llegar a tiempo, pero te quedás un rato más, leyendo, mirando el mar mientras arriba las nubes se acercan y abajo el viento se agita cada vez más. Empieza a incomodarte y te levantás. Empezás a caminar buscando refugio mientras volvés a recordar que dejaste la casa abierta.

​

Llegás y las ventanas se están golpeando, las cortinas sacudiendo y dentro esta lleno de hojas empapadas en agua y tierra. Escuchás un ruido, un trueno y la luz se vá. Empieza a llover torrencialmente y llorás. Asustada, llena de miedo por esos ruidos que estas sintiendo, por el agua que no deja de entrar y por esa oscuridad que no lográs descifrar. Sabes que es temporal pero volvés a llorar porque te arrepentís, de no haber cuidado la casa, de no haber cerrado las ventanas, de haberte ido sin pensar que esto podía pasar.

 

Respirás, cerrás las ventanas, buscas velas y te sentás. Calentás el agua y preparás algo caliente para tomar. El olor a lluvia es placentero y el aire fresco aliviana ese calor insoportable que se sentía poco antes de que el cielo se vuelva negro y empiece a correr el viento. Sigue oscuro pero en penumbras podes ver que dentro de tu casa hay un gran desorden. Sabes que te va a llevar tiempo acomodar y arreglar las cosas que ya no están. Algunas se cayeron al suelo y ya no las podés recuperar, pero ahí estás, en tu casa, que alguna vez se sintió tu hogar.

 

 

El silencio te incomoda, quisieras que haya electricidad para encender la radio, que haya luz para ponerte a acomodar, que haya gente para poder hablar y de nuevo te invade la culpa por haber descuidado tanto tu hogar. Te quedas dormido sobre la mesa, llorando y pidiendo que pase, que se termine.

 

Despertás. Es de día. El sol empieza a salir y con esa luz podes ver todo lo que tenés que acomodar, sabes que va a llevar tiempo pero ahi estas, en tu casa que estas dispuesta a arreglar.

bottom of page