Cota 20

"Nada se piensa ni se hace, ni se cambia si no es a través de la materialización de los lugares y de sus propiedades, porque a través de ellas –de las cosas ligadas al suelo– pasan todas las relaciones sociales y sus representaciones conceptuales."
Giuseppe Dematteis en Sul crocevia della territorialità urbana, Milán, 1999.

Los elementos naturales y la cultura aborigen constituyen los fundamentos de este proyecto, ubicado en el extremo sur del continente americano. El nombre de la provincia Tierra del Fuego se remonta a la llegada de Fernando de Magallanes, quien, en su travesía, observó desde sus embarcaciones las fogatas encendidas por los pueblos originarios Selk’nam y Yámanas, habitantes de esta región desde el 8000 a.C.

El proyecto tiene como principal objetivo reconectar dos áreas urbanas separadas por un vacío territorial, a través de la recreación simbólica de aquellas fogatas ancestrales. Esta conexión se materializa en una línea de fuego, un elemento que articula y resignifica el territorio, otorgándole un nuevo sentido de continuidad.

En este contexto, el fuego se erige como el elemento central, proporcionando identidad y carácter al proyecto. La tierra, por su parte, actúa como masa y soporte, que al perforarse permite unir los extremos urbanos desconectados. Mientras tanto, el agua y el aire funcionan como elementos dinámicos del entorno natural, definiendo el espacio a través de las estaciones: se congelan o fluyen, otorgando usos y características cambiantes a lo largo del tiempo.